
“Dame la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar,
valor para cambiar las cosas que puedo
y sabiduría para poder diferenciarlas”
(Reinhold Niebuhr)
Durante los tres primeros años, Ulises se enfrentó con todo tipo de monstruos y criaturas. Y de todos los combates salió victorioso. Después llegó a la isla de Ogigia, donde la ninfa Calipso lo acogió entre sus brazos durante siete años. El amor posesivo de Calipso por Ulises la llevó a hacerle una oferta, aparentemente irrechazable. "Si te quedas conmigo gozarás de la inmortalidad y de una juventud eterna", le dijo. Pero la respuesta del héroe no fue la esperada por la ninfa. "¡No te enojes venerada deidad! Conozco muy bien que la prudente Penélope te es inferior en belleza y en estatura; siendo ella mortal y tú inmortal y exenta de vejez. No obstante, deseo y anhelo continuamente irme a mi casa y ver lucir el día de mi vuelta" (Odisea, V, 215-225).
El amor romántico de Ulises por Penélope y su imagen abatida en la costa, mirando fijamente el mar y pensando en su regreso, han dado sentido a la palabra nostalgia, que viene de ‘nostos’ (retorno) y ‘algos’ (dolor).
Aunque, según indica Wildschut, las referencias a esta emoción se pueden encontrar también en textos de Hipócrates, Julio César e, incluso, en la Biblia".