jueves, 17 de junio de 2010

cometa


-Me gusta estar contigo porque nunca me aburro. Incluso cuando no nos hablamos, incluso cuando no nos tocamos, incluso cuando no estamos en la misma habitación, no me aburro. No me aburro nunca. Creo que es porque confío en ti, confío en tus ideas. ¿Puedes comprenderlo? Me gusta todo lo que veo de ti, y todo lo que no veo. Sin embargo, conozco tus defectos. Pero justamente, me da la impresión de que tus defectos van bien con mis virtudes. No nos asustan las mismas cosas. ¡Hasta nuestros demonios se llevan bien! Tú vales más de lo que dejas ver, y a mí me pasa al revés. Yo necesito tu mirada para tener un poco más de... ¿de materia? ¿Cómo se dice en francés? ¿Constancia? ¿Cuando quieres decir que alguien es interesante por dentro?
-¿Profundidad?
-¡Eso! Yo soy como una cometa, si no sostiene alguien el carrete, ¡zas!, salgo volando... Y tú, tiene gracia, a menudo me digo a mí misma que eres lo bastante fuerte como para retenerme y lo bastante inteligente como para dejarme marchar...
-¿Por qué me cuentas todo esto?
-Quería que lo supieras.
-¿Por qué ahora?
-No lo sé... ¿Acaso no es increíble conocer a alguien y decirse: con esta persona estoy bien?
-¿Pero por qué me dices esto ahora?
-Porque a veces me da la impresión de que no te das cuenta de la suerte que tenemos...
-¿Mathilde?
-Sí.
-¿Me vas a dejar?

La amaba (Anna Gavalda)

No hay comentarios: